La tripulación masculina de Tirán Pereira superó a la femenina en la entrada al puerto de Moaña tras dejar atrás al catamarán de Nabia en el desafío de la entidad moañesa
Día de mar en calma y de desafío deportivo y a motor. La Ría de Vigo es atravesada diariamente por el barco de pasajeros con destino a Moaña y Cangas. Lo hace desde hace más de cien años cuando los vapores sustituyeron a las velas y creció el negocio. Es decir, cuando nació Tirán Pereira, hace treinta años, los ‘Vapores de Pasajes’ ya eran historia viva de la Ría de Vigo y uno de sus herededos, el barco de Nabia, fue el que midió ayer su ritmo con el de las traineras de la entidad moañesa, la masculina y la femenina.
El reto consistía entre cubrir la distancia entre Vigo y Moaña a un ritmo mayor del que lo hace el barco en su ruta de las 10:00 horas. Y la batalla se decanto para los botes a remo, algo favorecidos por la calma absoluta de la jornada, que le permitió desarrollar su máxima velocidad a lo largo de los 3.900 metros del recorrido y, además, apretó el desafió porque el barco masculino sufrió mucho para adelantar al femenino, que partió con 90 segundos de ventaja. Lo hizo en los últimos metros, casi entrando en el puerto moañés, por el que cada año miles de personas hacen el tradicional viaje desde la localidad marinera hasta la gran urbe del sur de Galicia. Algunos por ocio, otros muchos por trabajo y, en verano, miles por turismo.
El final sirvió para comentar la jugada con un momento de confraternización entre remeros, familiares y aficionados en la sede del club de Tirán. Se realizó un sorteo de un ‘platanito’ firmado y, sobre todo, se comentaron las mejores jugadas. Treinta años de club y victoria sobre el motor.